Actividad de crédito se desacelera en medio de vientos macroeconómicos en contra

• En el primer trimestre de 2023, el Indicador de la Industria de Crédito de TransUnion se ubicó dos puntos por encima de su nivel del primer trimestre de 2022, pero significativamente por debajo de su máximo de octubre de 2022, debido a una desaceleración en el consumo y una menor demanda y oferta de crédito
• Las originaciones de nuevos créditos disminuyeron para los principales productos, con excepción de microcrédito que se mantuvo estable
• Las tasas de morosidad continuaron deteriorándose, en parte debido a mayores tasas de rodamiento

TransUnion publicó los resultados de su Informe de Tendencias de la Industria de Crédito en Colombia al primer trimestre de 2023, que proporciona un análisis del mercado de crédito, y muestra una disminución año contra año en las nuevas originaciones de crédito y unas tasas de morosidad que continúan deteriorándose.

Como parte de este informe, TransUnion monitorea los cambios en la salud crediticia de los consumidores con su Indicador de la Industria de Crédito (IIC)^[1]. En el primer trimestre de 2023, el IIC en Colombia aumentó dos puntos año contra año, alcanzando 103 en marzo. El IIC se ha recuperado gradualmente desde los niveles mínimos observados en los primeros meses de la pandemia, y si bien todavía vemos crecimiento año contra año en el indicador impulsado por la demanda de crédito, vientos en contra han creado una trayectoria descendente en los últimos meses.

En particular, el IIC del primer trimestre de 2023 está 12 puntos por debajo del valor máximo del indicador alcanzado en octubre de 2022, debido al deterioro en el comportamiento de pago de los consumidores y a la disminución tanto en la demanda de crédito como en los nuevos créditos originados en los cinco meses previos a marzo de 2023.

Estos hallazgos se dan en un contexto de desaceleración de la actividad económica y en el que las presiones inflacionarias y las tasas de interés se mantienen altas. En su reunión de abril, el Banco de la República fijó su tasa de política monetaria en 13,25 %, totalizando un aumento de 1.150 puntos básicos (pbs) desde que comenzó el ciclo alcista en octubre de 2021.

Gráfico 1: Indicador de la Industria Crediticia

_{Fuente: Base de datos de TransUnion Colombia.}

_{Nota: El valor del IIC debe analizarse en relación con el o los períodos anteriores y no de forma aislada. Un valor de IIC más bajo en comparación con el período anterior representa un deterioro en la salud crediticia, mientras que un valor más alto refleja una mejora.}

Caída en originaciones en todos los productos de crédito

Las originaciones totales disminuyeron 21 % año contra año en el primer trimestre de 2023, y esta caída se observó en los principales productos de crédito, a excepción de microcrédito que se mantuvo estable. Los nuevos créditos de vivienda y las nuevas tarjetas de crédito fueron los de mayor disminución, con variaciones de -37 % y -29 %, respectivamente—en el caso de nuevos créditos de vivienda, en gran parte debido a las altas tasas de interés y una pausa en los subsidios gubernamentales.

Tabla 1: Originaciones por producto, T1 2023

Además, observamos una disminución en la participación de consumidores de mayor riesgo en las originaciones, especialmente en las tarjetas de crédito. En el primer trimestre de 2022, el 15 % de las originaciones de tarjetas de crédito fueron para consumidores con un puntaje de crédito por debajo de prime^[2]—esta participación cayó al 11 % de las originaciones en el primer trimestre de 2023. Esto podría estar relacionado con políticas crediticias más estrictas, en la medida que las entidades reducen su apetito de riesgo en el desafiante panorama macroeconómico actual.

Estos hallazgos están alineados con la más reciente encuesta de Consumer Pulse de TransUnion del primer trimestre de 2023, donde un menor porcentaje de consumidores indicó que planeaba solicitar un nuevo crédito en los próximos 12 meses (41 %, frente al 42 % del cuarto trimestre de 2022 y el 48 % del primer trimestre de 2022). Los consumidores Millennials (nacidos entre 1980 y 1984) y de la Gen X (nacidos entre 1965 y 1979) muestran el mayor apetito por nuevos créditos (49 % y 40 %, respectivamente, en el primer trimestre de 2023, en comparación con el 47 % y el 35 %, respectivamente, en el cuarto trimestre de 2022). Por su parte, el porcentaje de consumidores de la Gen Z (nacidos entre 1995 y 2010) que planea solicitar un nuevo crédito disminuyó significativamente, del 45 % en el cuarto trimestre de 2022 al 39 % en el primer trimestre de 2023.

Esta disminución en la intención a aplicar a nuevos créditos refleja en gran medida el impacto de cuatro preocupaciones principales de los consumidores colombianos, según la encuesta del Consumer Pulse: inflación, empleo, aumento de las tasas de interés y la posibilidad de una recesión. Las preocupaciones sobre el empleo y el aumento de las tasas de interés continúan ganando terreno, con un porcentaje importante de consumidores poniendo estas como sus principales preocupaciones en el primer trimestre de 2023 (48 % y 47 %, respectivamente).

En línea con estas preocupaciones, el estudio de TransUnion también mostró que los consumidores están tomando medidas como forma de preparase—el 74 % está reduciendo sus gastos (en comparación con el 72 % en el cuarto trimestre de 2022 y el 68 % en el tercer trimestre de 2022). Al mismo tiempo, el 45 % de los consumidores indicó que consideró solicitar un nuevo crédito o refinanciar un crédito existente, pero finalmente decidió no hacerlo. La razón más citada para abandonar su solicitud de crédito fue el alto costo del crédito (45 %, en comparación con el 42 % en el cuarto trimestre de 2022).

Oportunidades para identificar consumidores resilientes y vulnerables—clave para un crecimiento sano de la cartera

En un entorno de desaceleración del mercado de crédito, es importante para las entidades poder encontrar y otorgar crédito a consumidores resilientes. El Informe Global de Investigación de 2020 de TransUnion, resaltó un estudio realizado en Colombia que muestra la disminución en el acceso al crédito durante la crisis del petróleo de 2015-2016 y el comportamiento de los consumidores durante la recuperación, además de identificar qué se podría haber hecho de manera diferente. Hay paralelos significativos entre ese momento y el panorama económico actual, y en el estudio TransUnion identificó formas en que las entidades de crédito pueden reconocer y segmentar consumidores resilientes y vulnerables en el momento de la originación, complementando los modelos de puntaje de riesgo tradicionales.

En este sentido, el estudio mostró que utilizar datos y atributos de tendencia, como el porcentaje de cuentas abiertas en los últimos 24 meses, la experiencia crediticia, los pagos por encima del pago mínimo, la utilización de tarjetas de crédito y la tendencia en saldos, entre otros, permite a las entidades a identificar y predecir, al momento de la originación, aquellos consumidores que probablemente sean más resilientes a futuros cambios negativos en las condiciones macro. En particular, en el segmento de consumidores de perfil de riesgo medio o mejor, aquellos con un menor porcentaje de cuentas abiertas en los últimos dos años tenían más probabilidades de ser resilientes—los consumidores que abrieron más del 75 % de sus cuentas en los 24 meses anteriores tenían una tasa de morosidad que era más del doble que la de los consumidores que abrieron el 25 % o menos de sus cuentas totales en el mismo período.

“Cuando factores económicos afectan negativamente al ecosistema crediticio, las entidades de crédito pueden tener dificultades para identificar a los consumidores resilientes. Las lecciones aprendidas durante la crisis del petróleo en Colombia, así como la reciente recesión inducida por la pandemia, destacan la importancia de encontrar a los buenos consumidores para otorgar crédito de forma prudente”, dijo Virginia Olivella, Directora Senior de Investigación y Consultoría para TransUnion Colombia.

“Cuando se combinan los puntajes crediticios tradicionales con atributos de tendencia, el análisis multidimensional resultante puede proporcionar una mejor diferenciación, ayudando a las entidades a predecir la resiliencia en el momento de la originación”, agregó Olivella. “Dado que los choques económicos son inevitables y pueden ocurrir rápidamente, haciéndolos difíciles de predecir, recurrir a una gama más amplia de herramienta e indicadores de riesgo puede ayudar a comprender y predecir la resiliencia y de esta manera identificar oportunidades de crecimiento con confianza.”

El deterioro de las tasas de morosidad y las mayores tasas de rodamiento generan preocupación, especialmente en las tarjetas de crédito y los créditos de libre inversión

La tasa de morosidad de 60 o más días a nivel de saldos se situó en 4,6 % en el primer trimestre de 2023, un aumento de 16 puntos básicos en comparación con el primer trimestre de 2022 y de 13 puntos básicos en comparación con el primer trimestre de 2020, antes de la pandemia.

Tabla 2: Cambio en la tasa de morosidad de 60 días o más a nivel de saldos (en pbs)

Además del panorama de deterioro de la morosidad, observamos un deterioro en las tasas de rodamiento. Una tasa de rodamiento es el porcentaje de obligaciones de crédito que pasan de una categoría de mora a otra más grave en el mes siguiente. Las tasas de rodamiento más altas son un signo de mayor estrés financiero en los consumidores, ya que indican que más consumidores están teniendo dificultades para realizar sus pagos y menos de los consumidores en mora está pudiendo ponerse al día en sus cuotas vencidas.

El deterioro fue más marcado para las tarjetas de crédito y los créditos de libre inversión. En particular para las tarjetas de crédito, la tasa de rodamiento para la categoría de mora de 30-59 días fue del 66 % en marzo de 2023, un aumento respecto al 57 % de marzo de 2022. Del mismo modo, la tasa de rodamiento para la categoría de mora de 60-89 días fue del 81 % en marzo de 2023, en comparación con el 73 % en marzo de 2022.

Las tasas de mora en tarjetas de crédito y créditos de libre inversión probablemente estén viendo el mayor deterioro debido al entorno macroeconómico actual y a las crecientes presiones impulsadas por un crecimiento significativo en estas carteras en los últimos años.

“A medida que la economía y el mercado de crédito se desaceleran, las entidades deben estar preparados para un aumento en el riesgo de sus portafolios, con estrategias adecuadas de mantenimiento y cobranza”, concluyó Olivella. “La identificación, el monitoreo y las medidas de control oportunas, equilibradas con un esfuerzo continuo para encontrar y financiar a los buenos consumidores, son esenciales para un buen manejo del riesgo y lograr crecimiento sostenido.”

^[1] El IIC es una medida integral de las tendencias en la salud crediticia del consumidor basada en cuatro pilares o categorías: demanda, oferta, comportamiento del consumidor y el desempeño.

^[2] Rangos de riesgo según puntaje CreditVision® en Colombia: Debajo de prime: 0-600; Prime (riesgo medio): 601-710; Por encima de prime: 711+